En la primera ocasión Rocky Marciano, por debajo en las cartulinas, casi arranca la cabeza de J.J. Walcott en el decimotercer asalto.
Tras el gran combate ofrecido por ambos, siendo el combate del año. la expectativa para la revancha era muy alta.
Marciano aun no se había ganado el reconocimiento del aficionado, seguía siendo un boxeador tosco y de mano dura pero muy pequeño para la división.
Walcott, aunque ya empezaba a tener una edad avanzada, era un boxeador cauteloso, astuto y sobre todo experimentado.
El combate
Sin embargo al final parece que el elemento decisivo fue la confianza. Walcott no se había recuperado mentalmente de su dura derrota 8 meses.
Marciano se lanzó a por Walcott dede el primer minuto obligándo al veterano a retroceder y esquivar.
En poco más de dos minutos Marciano cazó a su oponente con un gancho de izquierda para luego repetir con la derecha y enviando a Walcott a la lona.
El retador se quedó ahí sentado, aparentemente ileso dejando que el referee fuera contando para levantarse justo un segundo después de que finalizara el conteo, solo para hacer algunos aspamientos y dar a entender que el conteo había sido muy rápido.
La realidad es que Walcott no estaba listo para ese combate. Después de ese combate no volvió a subirse a un cuadrilátero.
