Pese a compartir nacionalidad y su pasión por el boxeo, no tenían nada mas en común. Benn venía de Ilford, un pueblo obrero al nordeste de Londres. Sirvió al ejército en el conflicto de Irlanda del Norte. Llegaba a la cita con 27 victorias, 25 de ellas por KO y una derrota.
Eubank era de Dulwich, Londres. Tuvo problemas en la escuela y fue expulsado. A los 16 años su padre le envió a Nueva York a vivir con su madre. Fue allí donde comenzó a practicar el boxeo con sus hermanos. Y ahí estaba, 8 años después disputando un título mundial. Primera gran oportunidad de su carrera. A la que llegaba invicto con 24 victorias, 14 de ellas por la vía rápida.
La guerra se inició antes de que los púgiles subieran al ring. Eubank se dirigía hacía el ring al ritmo de “Simply the Best”, de Tina Turner. La música se detuvo de golpe. El púgil prosiguió como si nada. Pero se acusó al equipo de Benn de sabotear la entrada.
El combate fue una exhibición de potentes y certeros golpes. Hasta que llegó el noveno y Eubank cazó a su rival. Tras la certera combinación Benn queda desorientado y “Simply the Best” no perdona. Dos poderosas envestidas son suficientes para que el referee detenga el pleito.
Tres años mas tarde se enfrentaban de nuevo. En esta ocasión acabarían en tablas, en un combate de poca altura.