Los primeros pasos en el boxeo
Tommy Morrison creció en una familia desestructurada, con un hermano mayor que pasó 15 años en la cárcel por violación, un padre alcohólico y una madre absuelta de un caso de asesinato.
Tommy se refugió en el boxeo, ganando el título regional de Kansas City en 1988. Poco después, se quedó a las puertas de participar en los juegos olímpicos, cayendo ante Ray Mercer, quién acabaría colgándose la medalla de Oro. Años más tarde volverían a enfrentarse con el título mundial de los pesos pesados en juego, y Mercer se impuso de nuevo con uno de los KO’s más terribles jamás vistos.
Tras más de 250 combates como amateur saltó a los cuadriláteros como profesional bajo el apodo de «The Duke» por ser sobrino nieto de John Wayne.
La carrera profesional de Tommy Morrison
Después de una destacada carrera como boxeador amateur, Morrison dio el salto al boxeo profesional. Debutó a finales de 1988 bajo el apodo de «The Duke», debido a su parentesco como sobrino nieto de John Wayne. Su primer combate profesional fue una victoria por nocaut en el primer asalto, lo que mostró su potencial como boxeador.
En 1989, Morrison llamó la atención de Sylvester Stallone, quien lo fichó para interpretar a Tommy «The Machine» Gunn en la película «Rocky V». El rodaje de la película limitó la participación de Morrison en el ring, pero ganó sus tres combates en 1990 por nocaut, demostrando su poder de golpeo y habilidades técnicas.
El enfrentamiento con Ray Mercer
Apenas tres años después de su debut como profesional, Morrison tuvo la oportunidad de enfrentarse nuevamente a Ray Mercer, su «bestia negra» que lo había derrotado en los Juegos Olímpicos. Ambos boxeadores llegaban invictos al combate, pero Mercer tenía la ventaja de haberlo vencido anteriormente. A pesar de un buen inicio en el combate, Morrison sufrió un brutal nocaut en el quinto asalto, lo que significó una dura derrota.
La redención y el título mundial
A pesar de la derrota ante Mercer, Morrison no se dejó vencer por la adversidad y continuó luchando por una oportunidad mundial. Después de acumular ocho victorias por nocaut, llegó su oportunidad de disputar el título mundial OMB de peso pesado contra George Foreman, una verdadera leyenda del boxeo.
Se esperaba un combate emocionante, ya que tanto Morrison como Foreman eran conocidos por su poder de golpeo. Sin embargo, Morrison sorprendió a todos al adoptar una estrategia de mantenerse a distancia durante los doce asaltos. Golpeaba y se movía constantemente, evitando los intercambios de golpes directos con el experimentado Foreman. Su estrategia demostró ser efectiva, y Morrison logró una victoria por decisión unánime, convirtiéndose en campeón mundial de peso pesado.
Las defensas del título y la derrota ante Bentt
Después de alcanzar la cima y convertirse en campeón mundial, Morrison defendió su título con éxito en una pelea por nocaut en el cuarto asalto, dos meses después de su victoria sobre Foreman. Sin embargo, su siguiente defensa del título fue contra Michael Bentt, y contra todo pronóstico, Morrison fue noqueado en el primer asalto, perdiendo tanto el título como gran parte de su reputación.
Este revés marcó un punto de inflexión en la carrera de Morrison, quien tuvo que enfrentar críticas y dudas sobre su futuro en el boxeo. A pesar de la derrota, continuó luchando y buscando oportunidades para volver a la cima.
Los últimos años y el legado de Tommy Morrison
Después de la derrota ante Bentt, Morrison siguió boxeando y obtuvo algunas victorias notables. Sin embargo, nunca logró recuperar su título mundial. En 1995, tuvo la oportunidad de enfrentarse a Lennox Lewis en un combate muy esperado, pero fue derrotado por TKO en el sexto asalto.
A pesar de sus altibajos en el ring, el legado de Tommy Morrison trasciende más allá de sus logros deportivos. Lamentablemente, en 1996, se confirmó que Morrison había dado positivo en una prueba de VIH, lo que puso fin a su carrera profesional en el boxeo. Esta noticia impactó al mundo del deporte y llevó a una serie de desafíos y dificultades personales para Morrison.
En los años siguientes, Morrison tuvo problemas legales y de salud, incluyendo sentencias de prisión por posesión de armas y conducir bajo los efectos de las drogas. Sin embargo, en 2007, después de varias pruebas médicas negativas para el VIH, regresó brevemente al boxeo, obteniendo dos victorias por nocaut antes de retirarse definitivamente en 2008.
El 1 de septiembre de 2013, Tommy Morrison falleció a los 44 años. Su vida estuvo llena de desafíos y controversias pero a pesar de sus derrotas y obstáculos personales, Morrison dejó una huella imborrable como un boxeador carismático y talentoso. Su estilo agresivo y su poder de golpeo lo convirtieron en un competidor temido en el ring. A lo largo de su carrera, acumuló un récord impresionante de 48 victorias, 42 de ellas por nocaut, y solo 3 derrotas.
